/* ADSENSE User Sinforiano Street: diciembre 2004

domingo, diciembre 12, 2004

ENTREVISTAS CON LITORIO. Una mano de poker

Fragmento sacado de un cuaderno de entrevistas encontrado en Sicilia el 13 del 10 del 2004.

-Espere por favor.
-No se preocupe, tengo paciencia.
-Ahora estoy mejor, ese asiento me estaba matando.
-¿Le parece mejor que nos sentemos en la mesa?
-Si por favor.
-Estupendo, así de paso echamos una manito de poker, hace tanto tiempo que no juego...
-Realmente lo último que me apetece ahora es jugar al poker, don Litorio.
-He dicho que vamos a jugar al poker, no le pregunté si le apetecía.
-Si no hay otro remedio...
-Pues como le estaba comentando, esa clase de personaje es completamente absurdo, limitado, impersonal y realmente patético, no se puede andar así por la vida, coño!
-Pero, no le parece bien que la gente se divierta?
-Ya, pero una cosa es divertirse y otra bien distinta es ser el útil con el que la gente se divierte. Bueno, repartamos cartas.
-A eso voy, coño!
Empecé a repartir cartas, no entendía nada, mis charlas con este personaje sólo eran eso, charlas. Pero aquella tarde estaba especialmente afable, le apetecía jugar a las cartas mientras tomábamos una taza de infusión de Sibolga.
-Jajaja! menuda manito que me ha tocado.
-No me subestime, Don Litorio, veamos qué tiene.
Al momento Don Litorio bajó una jugada expléndida, aquella jugada que tenía era una auténtica escalera real, y de mano! Sólo una carta le quitaba clase y estilo a aquella jugada, había un comodín entre sus filas.
-Pues bien amigo, como le iba diciendo, hay que formar parte de la diversión, no ser objeto de ella.
-A dónde nos lleva esta conversación, Don Litorio, no le entiendo.
-Mire, así como mi mano ha sido ganada gracias a la suerte del comodín, esto no implica que mi victoria haya sido grandiosa pues realmente la suerte no existe. ¿No cree, compañero, que más bonita habría sido mi jugada si en vez de ese zafio comodín hubiese aparecido la reina que diese a mi jugada un resplandor especial?
-Pues supongo que sí, pero eso habría sido demasiada suerte, ¿no cree usted?
-Pobre idiota, ¿no le dije que la suerte no existe? A fuerza de buscar la jugada maestra, probablemente hubiera aparecido pero... ¿cual es el problema?: La puta comodidad.
-Claro, voy entendiendo, usted se ha limitado a quedarse con lo seguro, con lo fácil, desechando una jugada futura brillante. Veo que no es usted de los de "más vale malo conocido que bueno por conocer".
-Ya era hora de que dijese algo inteligente, veo que nuestras conversaciones están dando su fruto.
¿Realmente aquella tarde le apetecía a Don litorio jugar a las cartas o es que realmente me quería dar el ejemplo de un maestro?, el ejemplo de una mente suspicaz que sin darte cuenta te muestra cuáles son las verdades del mundo. Aquellas pequeñas cosas que piensas pero que no encuentras el modo de decirlas. Nunca creí que una porción de pizza y una Cocacola me iban a enseñar tanto de la vida.

4/11/1964